Un despido no deseado siempre es una mala noticia, y en ocasiones se buscan las formas de demostrar que no es legal. En el caso del despido procedente, es una decisión tomada de forma unilateral por la empresa y es totalmente legal siempre y cuando el empresario pueda demostrar las causas por las que finaliza la relación laboral.

En este post te explicamos qué es un despido procedente, los motivos que puede alegar el empresario y qué indemnización le corresponde al trabajador.

Las causas de un despido procedente son varias:

• Cuando la empresa debe prescindir de varios trabajadores por distintas causas como son económicas, de producción, ajustes en los elementos empleados para el desarrollo del trabajo y falta de cualificación del personal para utilizarlos, o cierre de la empresa.
• Si el empresario puede demostrar impuntualidad reiterada o faltas de asistencia sin justificar. También mal comportamiento hacia el empresario, compañeros de trabajo o clientes. Así mismo, la filtración de información protegida de la empresa a la competencia también es causa de un despido procedente. Falta de rendimiento sin un motivo justificado o acudir al trabajo bajo los efectos del alcohol o las drogas de manera reiterada y que ello afecte negativamente al desempeño de su labor en la empresa.
• Si durante el período de prueba queda demostrado que el trabajador no está cualificado para el puesto; también puede ser motivo de despido procedente que el trabajador no se adapte a los cambios en su puesto de trabajo transcurridos dos meses del inicio de la adaptación. El absentismo laboral de forma reiterada también forma parte del despido objetivo si, en dos meses seguidos, supone el 20% de la jornada laboral o el 25% en cuatro meses no seguidos en un año.

Si el trabajador no está de acuerdo con los motivos del despido, puede acudir a un Juzgado de lo Social. Allí podrá interponer la reclamación dentro de los 20 días hábiles siguientes a la notificación del despido.

Existen varios tipos de despido procedente, y cada uno de ellos tiene unas consecuencias distintas:

• Despido colectivo.
• Despido disciplinario.
• Despido objetivo.

En caso de poder demostrar por parte del trabajador que los motivos del despido no son suficientes, se convertirá en un despido nulo o un despido improcedente. También la empresa puede llevar a cabo sanciones laborales.

Si se trata de un despido disciplinario debidamente demostrado, el trabajador no tiene derecho a ninguna indemnización.

En todos los despidos, el trabajador tiene derecho a cobrar el subsidio por desempleo si ha cotizado el tiempo suficiente.