Tras una breve conversación telefónica, queda concertada fecha y lugar: tienes una entrevista de trabajo y comienzan los nervios. ¿Qué pueden preguntar? ¿Qué responder? ¿Cómo destacar ante el resto de candidatos?

Tener esos nervios y hacerse estas (¡y muchas otras!) preguntas es normal, pero sí que existen una serie de consejos para poder afrontar la entrevista de trabajo mejor y encarrilarla a nuestro favor.

Interés e Información

El primer paso es informarte sobre la empresa: ¿Qué estilo tiene? ¿Cómo son sus clientes?; en casi todas las compañías hacen mención a su cultura corporativa o existe una referencia a la visión y misión de la entidad.

Esto te ayudará a acudir en una vestimenta correcta: sin ser excesivamente formal y sin estar fuera de lugar.

Ser uno mismo

Seguro que has escuchado esta frase montones de veces, pero en este caso no sólo es el ser, si no el conocerse.

Es bastante posible que nos pregunten por nuestras fortalezas…

Céntrate en el ámbito profesional: mostrar seguridad y entusiasmo es algo fundamental, a los entrevistadores les va a resultar mucho más interesante una persona que imprima fuerza a las palabras (no confundir seguridad con prepotencia) y crear empatía con la persona (o personas) que tienes delante.

…y nuestras debilidades.

Un tema que puede llevar al nerviosismo, pero no debe: todos somos humanos y podemos fallar; lo importante es aprender del error y hacerse más fuerte.

Relatar una experiencias pasada de este tipo ayuda a demostrar que eres analítico y te adaptas a la realidad.

Sobre el sueldo

Es importante saber qué se espera: demuestra que has investigado y analizado el mercado: son puntos muy a favor a los ojos de la persona que te va a entrevistar.

Recuerda

La persona que te va a entrevistar también está realizando su trabajo: ser educado, amable y comprensivo es muy valorable.

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