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Tipos de contratos de trabajo

Una cláusula de confidencialidad es el acuerdo mediante el cual un trabajador se compromete a no revelar secretos de la empresa en la que presta sus servicios. Estos secretos pueden ser la fórmula de un producto, información relativa a la producción, clientes, métodos de trabajo, contraseñas, etc.

Este tipo de acuerdos lo llevan a cabo algunas empresas debido a que en el Estatuto de los Trabajadores no está expresamente indicado que un trabajador no pueda dar información sobre la empresa pues, aunque por lo general se entiende que un buen profesional nunca revelará datos sensibles, en ocasiones ocurre. A través de la cláusula de confidencialidad la empresa puede protegerse jurídicamente en el caso de que el empleado actúe de mala fe y dé información, especialmente a la competencia.

Los acuerdos a los que se llegan a través de las cláusulas de confidencialidad pueden mantenerse incluso años después de haber finalizado la relación laboral.

¿Todos los contratos contienen cláusulas de confidencialidad para los empleados?

Aunque no se encuentre expresamente indicado en el Estatuto de los Trabajadores la obligación de no revelar información sensible de la empresa, en el artículo 5 de dicho Estatuto sí se hace mención, aunque no directamente a esta obligación. En el punto a) indica que debe “cumplir con las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de conformidad con las reglas de la buena fe y diligencia”.

Pero, para reforzar este compromiso, algunas empresas elaboran contratos en los que se detallan exactamente la información que desean proteger. Las cláusulas de confidencialidad para empleados suelen estar dirigidas a altos mandos e intermedios, pero también se le puede solicitar firmarla a trabajadores de menor rango.

El incumplimiento de alguna de las cláusulas puede dar lugar a un despido disciplinario y a una demanda por parte de la empresa hacia el trabajador. Además de ello, otras empresas perderán la confianza en esa persona, por lo que le puede resultar difícil encontrar otro trabajo.

Casos en los que se firman contratos de confidencialidad

  • Los directivos de empresas.
  • Los mandos intermedios.
  • Los empleados que suben de categoría y por lo tanto tienen acceso a más información sensible.

La empresa puede requerir a cualquier empleado firmar el acuerdo de confidencialidad, aunque este no está obligado a firmarlo.

Se ha de tener en cuenta que, en el caso de que en la cláusula de confidencialidad se exprese que el empleado no podrá trabajar para empresas del mismo sector durante un tiempo determinado una vez terminada la relación laboral, la empresa pagará una cantidad de dinero adicional a su empleado como forma de compensación. Dicha cantidad estará indicada en el contrato de trabajo.

¿Con qué debe contar una cláusula de confidencialidad?

  • Debe especificar la información que desea proteger.
  • El tiempo de duración. Las cláusulas de confidencialidad pueden estar vigentes incluso una vez terminada la relación laboral y durante algunos años.
  • Motivos por los cuales la información protegida podría dejar de ser confidencial.
  • Ley que se aplicará en caso de incumplimiento.
  • Consecuencias penales si no se respeta el acuerdo.
  • Qué método se utilizará para solucionar desacuerdos con respecto al cumplimiento de las cláusulas.
  • Otro tipo de consecuencias que conllevará el incumplimiento de la cláusula de confidencialidad.

Antes de firmar una cláusula de confidencialidad, esta debe ser comprendida a la perfección, del mismo modo que cuando se firma cualquier tipo de contrato. De ese modo, si no existe mala fe, se evitarán situaciones en las que el empleado puede perder. Para ello, siempre es mejor contar con la ayuda de abogados expertos laboralistas.

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