Existen dos tipos de incapacidad laboral: la incapacidad laboral temporal y la incapacidad laboral permanente. Esta última se divide a su vez en cuatro grados y será la Seguridad Social quien determine qué tipo de incapacidad laboral sufre una persona. Cuando se tiene una incapacidad laboral se cobra una prestación económica, que será calculada en un tanto por ciento del sueldo que percibía el trabajador cuando estaba en activo. Si necesitas ayuda con este tema no dudes en contactarnos, ¡estaremos encantados de ayudarte!

La incapacidad laboral se da cuando una persona no puede realizar las funciones que exige su puesto de trabajo debido a una enfermedad o por haber sufrido un accidente, sea laboral o no. La persona puede verse incapacitada temporalmente, es cuando recibe la baja médica. Esta baja tendrá una duración máxima de doce meses, que se podrán prorrogar durante seis meses más. Si transcurrido este tiempo la persona sigue incapacitada, la Seguridad Social estudiará si el tipo de discapacidad es permanente.

Una persona puede estar incapacitada para realizar un tipo de trabajo en concreto, pero no otros, por lo que podrá buscar otro trabajo dependiendo del tipo de incapacidad laboral que sufra.

A continuación se exponen los principales tipos de incapacidad laboral.

Incapacidad laboral temporal

Causada por una enfermedad o accidente con expectativas de que pueda curarse en un tiempo determinado.

Incapacidad laboral permanente

Cuando se han superado los doce meses de baja y la prórroga de seis meses sin expectativas de curación en un tiempo determinado, o no se sabe cuánto va a tardar en sanar la persona. También cuando ya es seguro que no va a poder realizar el trabajo que desempeñaba nunca más. Existen cuatro grados de incapacidad laboral permanente:

Incapacidad permanente parcial

Cuando el trabajador se ve limitado más del 33% para realizar su labor habitual. Podrá cobrar una indemnización que corresponde a 24 meses de la base reguladora, se cobrará en un único pago y el trabajador podrá continuar en su puesto de trabajo. La indemnización por incapacidad parcial es compatible con el sueldo del trabajador.

Incapacidad permanente total

Se da cuando no se puede seguir realizando la actividad laboral habitual. Se cobrará una prestación correspondiente al 55% de la base reguladora y se podrá desempeñar otra labor distinta, por lo que la prestación es compatible con un salario. También tendrá ayudas económicas a nivel social y fiscal.

Incapacidad permanente absoluta

También conocida como invalidez absoluta, es el tipo de discapacidad que impide que una persona pueda desempeñar ningún tipo de trabajo con profesionalidad y eficacia. Podrá realizar trabajos compatibles con su incapacidad, existen centros de trabajo específicos para personas con discapacidad. La pensión mensual que se puede cobrar es del 100% de la base reguladora y también conlleva ayudas sociales y fiscales.

Gran invalidez

Cuando la persona no puede desempeñar ningún tipo de trabajo y además necesita ayuda para realizar actos cotidianos. La pensión mensual que se percibe es del 100% de la base reguladora más un complemento por Gran Invalidez destinado a pagar a la persona que le ayuda. Este complemento se calcula sumando el 45% de la base mínima de cotización vigente en el momento en el que ha sido causada la gran invalidez y el 30% de la última base de cotización del trabajador.

Si el hecho que ha causado la gran invalidez es un accidente de trabajo o enfermedad causada por el tipo de trabajo desempeñado, la pensión aumentará un 30% si el accidente o la enfermedad han sido debidos a una mala práctica por parte de la empresa, como no contar con los sistemas de seguridad debidos en las máquinas o por malas condiciones de salubridad. También cuando la empresa ha destinado a un puesto de trabajo a un trabajador que no reunía las condiciones necesarias para desempeñarlo.

En ocasiones, especialmente cuando el grado de incapacidad laboral es elevado, para solicitar la incapacidad es necesario contar con abogados expertos.